Este es el Blog de Rodolfo Jorge Rossi, nacido en la ciudad de La Plata, Argentina.

Cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A.

Trabajó en producción de programas radiales con José María Muñoz y Antonio Carrizo.

Ha publicado en el Diario “El Día” de su ciudad natal y en la Revista “Debate”.

Actualmente escribe en “Buenos Aires Tango y lo demás”, que dirigen los poetas Héctor Negro
y Eugenio Mandrini, y en “Tango Reporter” de la ciudad de Los Ángeles, EE.UU.

En 2007 publicó un libro de relatos “Croquis y siluetas familiares”, Editorial Vinciguerra.

Son padrinos celestiales de este sitio Fernando Pessoa, Carlos Gardel y el trompetista Rondinelli.

domingo, 27 de junio de 2010

Homero Manzi visita Munro



¿-Cuál es la verdadera Malena? Preguntó Julio Paredes, el poeta del barrio.
-Porque después de lo dicho por Demare no es ninguna de las que pensábamos, agregó.
-Traigamos al mismo Manzi para que aclare los tantos, dijo el ex rengo Cutulli.
-Hay que invocarlo para que venga a casa. Manzi no concurre a cualquier lado, expresó el vidente Locuco. El próximo viernes a medianoche.
Cuando llegaron Homero ya se había integrado y conversaba amablemente con el Profesor Locuco.
Homero se puso de pie cuando ingresaron los miembros de la Cátedra del café.
Locuco los fue presentando y Manzi les daba la mano. Julio Paredes, el Sr. Musante, el tordo Laferlita, y el ex rengo Cutulli.
Cuando Malena, la que esconde una esperanza humilde, se acercó, a Homero como a Fierro cuando cruzó la frontera, dos lagrimones le rodaron por la cara.
-Malena, dijo mientras se enjugaba los ojos.-Usted por acá, subrayó.
-Ladran los fantasmas de la canción, deslizó Malena.
-No pensaba encontrarla y hace años que la espero. Desde 1951.
Se sentaron y Paredes, el poeta del barrio expresó:-Está todo dicho.
Continuó Paredes para cortar el llanto:-Siempre se dijo, Manzi, que usted tenía mala relación con Gardel.
-Es así, contestó Homero. Todo surgió por un artículo mío publicado en la revista “Micrófono” en septiembre de 1934. La nota se titulaba “Errores de Gardel”, y ahora, 80 años después reconozco que los errores eran míos.
Escribí que el primer error de Carlitos era tener como letrista a Lepera. Una falla muy gruesa. A la gente del tango nos disgustó que Gardel eligiese a Lepera porque no era del palo.
Yo lo cuestioné y dije que le faltaba “valor nacionalista”.
Cuando Alfredito me extendió la derecha en el café “El Pensamiento” el día de mi arribo al mundo celestial, me di cuenta de mi error.
Alfredo Lepera es un grande. Nos hicimos amigos enseguida y medió para que Gardel me levante la interdicción. Solamente la pasión política del momento me llevó a publicar ese disparate.
Gabriel García Márquez escribió que su gran influencia literaria fue Gardel, cuyos tangos escuchaba en Aracataca. Esas letras perfectas estaban escritas por un ignoto Alfredo Lepera.
En las largas noches de café Alfredito contó el origen de alguna de sus creaciones.
Los clásicos son su fuente porque es de una gran cultura. Me gustó la historia de cómo surgió “Volver”.
Lepera estaba leyendo “La Divina Comedia”, y en el “Purgatorio”, en el canto XI, hay una tercina que dice:
“Laudato sia’l tuo nome e’l tuo valore
Da ogni criatura, come’ é degno
De render grazie al tuo dolce vapore”

El dulce vapor es como un soplo. ¿Y qué es la vida? Nada más que un soplo.
Escribió:-“Sentir, que es un soplo la vida”. Ese dulce vapor también es el Espíritu Santo que quería a Gardel y Lepera cantando para él con exclusividad.
Grabaron “Volver” en 1935 y después vino el incendio.
-Gardel lo trata mal al Numen de la Trinidad, afirmó Paredes.
-Es una rutina en la cual participa Alberto Margal, un cantor macarrónico pero un gran tipo. Además con mucho humor. La broma es que el Espíritu dice que el mejor de todos los tiempos fue Margal, el cantor de las madres y de la novias. Y la mejor orquesta la de Enrique Rodríguez.
Gardel se hace el enojado y contesta que los dueños del cielo tienen un toscano en la oreja.
-Sin embargo algo de eso hay, dijo Paredes. –La orquesta preferida de Dios Padre es la de Juan D’Arienzo, remató.
-La versión de “La Cumparsita”. También nuestro Señor convoca a Ángel Vargas para que cante “Trasnochando”.
Pero el número uno es Carlos Gardel. Por eso le prendieron fuego.
Debo retirarme porque me espera mi amigo Alfredito Lepera con el whisky y los maníces.
Homero se puso de pié, se acercó a Malena y expresó:-Vuelvo contento a la casa del Padre porque la he visto después de tantos años. Está igual que siempre, e irradia la misma luz que cuando la conocí.
Después, dirigiéndose a los integrantes de la Cátedra que miraban con emoción, dijo:
-Tienen con ustedes al arquetipo platónico de la mujer. Cuídenla, no hay otra como ella.
Tomó entre las suyas las manos de Malena y murmuró:
-Tus manos, dos palomas que sienten frío, y desapareció en la niebla de Munro.